DESARROLLO DEL CONCEPTO
Simplicity, Humility, Compassion
Eso es lo que pone en la placa que cuelga en el Bach Centre. Simplicidad, humildad, compasión. Este es el leitmotiv del Dr. Bach y el fundamento de su terapia. Siguiendo estos principios se continúa su trabajo.
«Gracias a su alta frecuencia de vibración, determinadas flores, arbustos y árboles silvestres de orden superior tienen la fuerza para incrementar la vibración humana y abrir nuestros canales para que fluyan los mensajes de nuestro yo espiritual, así como para colmar nuestra personalidad de las virtudes que más necesitamos, haciendo que se disuelvan las carencias que nos causan sufrimiento.
Al igual que la buena música u otras cosas maravillosas e inspiradoras, las flores pueden subirnos el ánimo por completo y acercarnos más a nuestra propia alma, regalándonos paz y alejándonos de nuestro sufrimiento. No curan atacando directamente a la enfermedad, sino llenando nuestro cuerpo de vibraciones bonitas de nuestro yo superior, en presencia de las cuales se derrite la enfermedad como nieve bajo el sol.
No hay ningún tratamiento verdadero sin alterar la visión de la vida, la paz del alma o de la compasión interior».
Dr. Edward Bach
En cuanto a las terapias, el camino propio del Dr. Bach comenzó con el desarrollo de los nosodos homeopáticos en el University College Hospital. Clasificó cada nosodo según un síntoma anímico del paciente. En base a esto, estableció los siete tipos de personalidad. No obstante, a poco tiempo no le pareció suficiente y quiso investigar más allá. Bach quiso encontrar métodos que no se basaran en cepas bacterianas, es decir, en sustancias patógenas. Por esto, Bach renunció a seguir trabajando en su consulta en Harley Street en Londres y se mudó a un entorno rural.
Buscó un sustituto de los nosodos en la naturaleza. Poco a poco, descubrió las flores, que desde entonces se conocen como flores de Bach, conocidas en todo el mundo. Partió de la idea de los 7 grupos de personalidad y desarrolló a partir de estos los 38 estados anímicos, cuyos aspectos negativos se reflejan correspondientemente en una flor, planta o incluso en un tipo de agua de manantial específico. El consumo de la esencia floral respectiva apoya la armonización a nivel anímico, por lo tanto, también tiene un efecto positivo en los síntomas físicos.
«No dejéis que la simplicidad de este método os impida utilizarlo, pues cuando ulteriormente avancen nuestras investigaciones, más os daréis cuenta de la simplicidad de toda la creación».
Dr. Edward Bach