Me tomo mi tiempo, tengo paciencia y me relajo.
Me alejo de la tensión e inquietud internas y encuentro un ritmo de rutina equilibrado y armónico.
Venga, venga, venga, no hay tiempo que perder.
La personalidad que se encuentra en este estado acelerado es muy impaciente y nerviosa. La inquietud interior se refleja en que piensa, actúa, se mueve, habla y reacciona de manera tensa y precipitada. Las personas que le rodean apenas pueden seguirle el ritmo.
Como a la personalidad impaciente nada le parece nunca lo suficientemente rápido, suele mostrarse irritada con los demás. No entiende que haya personas que necesiten más tiempo o prefieran tomárselo deliberadamente.
Su comportamiento irreflexivo y decisiones precipitadas hacen que en ocasiones estas personas cometan errores que podrían haber evitado parándose a pensar.
Esta flor se clasifica en el grupo emocional «Soledad«.
Cómo ayuda esta flor
El bálsamo del Himalaya desvanece la tensión interior, de manera que puedan desarrollarse el sosiego, la paciencia y la serenidad.