Yo decido. Mi destino está en mis manos y la suerte me acompaña.
Me alejo de la amargura, el odio y el victimismo, a favor de la autoresponsabilidad positiva.
Parece que la vida no se está portando muy bien y los demás tienen mejor suerte.
Este tipo de personalidad está claramente insatisfecho. Sin embargo, en vez de confrontar sus problemas se ve a sí mismo como víctima de unas circunstancias desfavorables. Se siente muy cómodo en este papel de víctima y se recrea en su autocompasión.
Esta persona tan obcecada no asume ninguna responsabilidad sobre su propio destino, sino que culpa a los demás por su fastidiosa situación. Amargado y resignado, se rinde ante una desgracia de la que los culpables son otros.
Como piensa que todo el mundo quiere que le vaya mal, esta persona resentida trata a los demás con envidia, rencor, celos y hostilidad.
Esta flor pertenece al grupo emocional «desánimo y desesperación».
Cómo ayuda esta flor
El sauce ayuda a ser consciente de la responsabilidad que se tiene sobre el bienestar de uno mismo. La persona deja de sentir que le tratan de forma injusta.