Respiro profundamente, dejo atrás el pasado y me libero.
Me alejo de los traumas y la depresión, encontrando la superación de los bloqueos con paz y consuelo.
Las experiencias dolorosas dejan huella; generan tristeza y sufrimiento.
La personalidad está devastada por el recuerdo de una mala experiencia. Enfrentarse al sufrimiento vivido es algo que el alma no puede soportar. Se siente vacía y desesperada.
El sufrimiento experimentado por el afectado puede ser de carácter físico o psíquico. A veces el causante se encuentra muy alejado en el pasado y las consecuencias tardan en salir a la superficie.
En este estado, la personalidad siente pena, dolor, tristeza y pesar profundos. Le cuesta encontrar y aceptar consuelo.
Esta flor se clasifica en el grupo emocional «Desánimo y desesperación«.
Cómo ayuda esta flor
Con ayuda de la estrella de Belén se fomenta una actitud de enfrentarse a la experiencia traumática. El dolor puede ser abordado y finalmente superado.